F.C. Barcelona y Fraikin Granollers jugarán este domingo en Pamplona (17h. Teledeporte) la gran final de la XXXIX Copa de S.M. el Rey tras imponerse este sábado en sus duelos de semifinales al Helvetia Anaitasuna y BM. Huesca respectivamente. El Fraikin Granollers vuelve a una final de Copa veintisiete años después mientras que los azulgranas buscarán un título que se les resiste desde la temporada 09/10.
En la primera semifinal, un fulgurante inicio del F.C. Barcelona, que arrancó el encuentro con un parcial de 0:3, dejaba muy a las claras las intenciones del equipo de Xavi Pascual. Tras el buen inicio, el acierto de Lazarov y los contraataques de Víctor Tomás sirvieron a los culés para seguir ampliando las ventajas ante un Anaitasuna que no era capaz de encontrar la clave para superar a su rival, tampoco en los momentos en los que disfrutó de superioridades numéricas en pista. La aparición de Noddesbo en la recta final de los primeros treinta minutos sirvió para dejar en siete la diferencia al descanso (10:17).
Tras el paso por vestuarios, la labor de Nadoveza en el cuadro local mantuvo las diferencias estables ante un equipo azulgrana que sabía administrar su ventaja a la perfección. Apareció el lateral Bernatonis para reducir la desventaja a cinco a falta de tres minutos, pero los culés, con un parcial final de 0:3, terminaron por sentenciar el choque (28:36).
En la segunda de las semifinales, la igualdad y la emoción fue la tónica general de los sesenta minutos. Arrancó con muy buen tono el conjunto oscense de la mano de Novelle y Cuartero, provocando muy pronto el tiempo muerto rival (4:7 min. 10). Tras el parón, Granollers empató el encuentro a base de acierto desde la línea de los siete metros antes de que ambos conjuntos entraran en una dinámica de nervios e imprecisiones que provocó que solo pequeños detalles dieran ventaja al BM. Huesca al descanso (12:13).
En los segundos treinta minutos, la defensa de los de Nolasco y las intervenciones bajo palos de Rodrigo Corrales colocaron una diferencia de dos en el electrónico (19:21). Pero a partir de ese momento, emergió en el lado catalán la figura de Álvaro Ruiz para tomar las riendas de su equipo y darle mínimas ventajas. El final del choque fue todo un toma y daca lleno de incertidumbre. Huesca dispuso de un último ataque para forzar la prórroga pero el gol del empate no llegó (26:25).
Fotografía: Anaitasuna