Antonio Reyes, responsable de dirigir a los jóvenes, ha valorado de forma muy positiva la actividad porque «la atmósfera de trabajo ha sido maravillosa por el nivel y la actitud de los chicos, hemos trabajado aspectos de carácter muy general bajo las directrices marcadas por la Dirección Técnica de la Real Federación Española de Balonmano«.
La actividad persigue el objetivo de «garantizar una base muy amplia de jugadores para el futuro, ya que aquí nadie dispone de una plaza asegurada en el equipo; por fortuna, la competitividad es máxima y tenermos alternativas en todas las zonas del campo, sobre todo en portería, el central y el extremo derecho«.
Finalmente, Antonio Reyes ha indicado que, «posiblemente, la debilidad del equipo descansa en el factor antropométrico porque no es una generación muy grande, tenemos gente alta que todavía está por hacer y jugadores de baja y media estatura con calidad«.