La faceta defensiva, en la que tanto el Pevafersa como el Lábaro Toledo se mostraron muy eficientes, junto a la gran actuación de los dos porteros, Sierra y Moyano, protagonizaron un partido con poca creación, que los locales pudieron enmendar en los últimos 15 minutos para sumar dos puntos.
El parón liguero afectó a los vallisoletanos que, si bien realizaron una buena defensa, no estuvieron atinados en los lanzamientos, lo que impidió que establecieran rentas destacadas, ya que la máxima fue de cuatro goles (10-6) en el minuto 22, y no sin dificultad.
El juego se desarrolló de forma poco fluida y los mejores jugadores fueron ambos porteros, sobre todo Diego Moyano, que se mostró muy seguro en la portería, ya que la defensa se impuso al ataque, faceta en la que los dos equipos estuvieron bloqueados, sin capacidad de creación y con los lanzadores fuera de juego.
El técnico vallisoletano, Juan Carlos Pastor, pidió tiempo muerto en el minuto 25, con un 10-8 en el marcador, que evidenciaba la falta de acierto del Pevafersa, y que intentó atajar sin demasiado éxito, aunque la salida a la cancha de Perales, tras más de dos meses de inactividad, aportó frescura al equipo (12-8). Un último gol de Milasevic maquillaría el resultado hasta el exiguo 12-9 con el que se llegó al descanso, ya que Hugo López falló un último lanzamiento que hubiera permitido al Pevafersa conservar esa ventaja de cuatro goles.
Tras la reanudación, todo continuó por los mismos derroteros, con un Pevafersa prácticamente anulado en ataque, merced a la gran actuación de Moyano bajo los palos y la variedad defensiva del conjunto manchego, que descentró a los vallisoletanos, aunque el Lábaro Toledo también se encontró con una consistente defensa local y un magnífico Sierra en la portería.
Los vallisoletanos pudieron imprimir un mayor ritmo a su juego con Perales y Entrerríos en la pista lo que, unido al buen hacer de Rentero desde el extremo y a la buena defensa, les permitió ir aumentando las diferencias hasta los seis goles (23-17, min.50). El tiempo muerto solicitado por Astrauskas -que fue expulsado dos minutos por protestar-, para intentar frenar el arreón local, no surtió efecto, y el Pevafersa mantuvo esa diferencia hasta el final del encuentro (29-23).
EFE